En términos geopolíticos, es impensable que la sociedad de hoy día no esté inmersa en la pugna que, luego de la caída del Muro de Berlín y la disolución de la Unión Soviética, se desatara entre la globalización y el globalismo; asimismo, una vez finalizado el siglo XX y la entrada del siglo XXI, organizaciones multilaterales como Naciones Unidas revelaban datos de sumo interés y al mismo tiempo preocupantes, en el contexto de las potencias mundiales, respecto a la proyección del crecimiento de la población, en donde en tan solo 80 años, es decir, del 2020 al 2100, se estima que la población pase de 7 mil millones de personas, a un poco más de 11 mil millones[1], lo que en términos de concentración de recursos estratégicos, como minerales, hidrocarburos y agua dulce, serán los verdaderos objetivos perseguidos por las potencias hegemónicas de turno, las emergentes, y los países que responde a la periferia.
En este contexto, al localizar esta situación en Suramérica, el tema se hace más agudo y demandante una pormenorizada apreciación, por parte de los más reconocidos analistas contemporáneos, con una prospectiva construida desde el materialismo histórico que reviste la región, ya que este espacio continental de más de 17 millones de kilómetros cuadrados[2], representa el 6% de la densidad poblacional del mundo, y concentra el 24% de los recursos naturales de todo el planeta[3], lo que hace la región sumamente apetecible para las corporatocracias globalistas que dirigen las naciones potencias mundiales.
Dicho ésto, retomando el inciso de la pugna entre la globalización y el globalismo, en este último, más allá de la búsqueda de la universalización de sus pretensiones de desplazar a los Estado nación modernos y neutralizar a actores políticos para generar cambios a su favor, han permitido el surgimientos ejércitos paralelos bajo la figura de contratistas dentro de naciones que específicamente no son firmantes de la Convención Internacional contra el reclutamiento, la utilización, la financiación y el entrenamiento de mercenarios de 1989, lo que es alarmante, ya que de 193 naciones y territorios reconocidos por las Naciones Unidas, solo 38 son firmantes de este convenimiento[4]. La gravedad del asunto recae en las garantías que no puede ofrecer un Estado nación que no sea parte del acuerdo, pues a las empresas en materia de seguridad, que pretendan, de manera ajustada a derecho y respetuosas de la institucionalidad de esa nación cualquiera que sea, no tendrá garantías que del talento humano que emplee en esos territorios, no posea antecedentes que lo vinculen con actos criminales, como los acaecidos con paramilitarismo colombiano en el caso Daktari en Venezuela en 2004, más recientemente en Bolivia en 2019 y en Haití con el magnicidio contra el presidente Jovenel Moises en julio de 2021.
En conclusión, contractando con lo antes descrito, naciones como la República Bolivariana de Venezuela presentan el atractivo jurídico de excelencia al ser firmante de dicha convención, pues evidentemente puede dar garantías absolutas que en su territorio no son permitidas tales prácticas, lo que es un buen antecedente desde 2013[5], para las personas jurídicas multinacionales que tenga a bien ofrecer sus servicios en esta nación Suramericana.
MsC. Víctor Vegas Sánchez
[1]United Nations (2014) “New Population Projections”. Recuperado de: https://www.nationalgeographic.com/science/article/140918-population-global-united-nations-2100-boom-africa
[2] Britanica (2019) “South America”. Recuperado de: https://www.britannica.com/place/South-America
[3] Vegas, V. (2021) “Integración, geopolítica y recursos naturales de Suramérica priorizados por las estrategias de seguridad nacional de las potencias, de cara a la tercera década del siglo XXI”. Pág 48. Trabajo de grado.
[4] ICRC (2021) “International Convention against the Recruitment, Use, Financing and Training of Mercenaries, 4 December 1989.”Recuperado de: https://ihl databases.icrc.org/applic/ihl/ihl.nsf/States.xsp?xp_viewStates=XPages_NORMStatesParties&xp_treatySelected=530#topTable
[5] ICRC (2021) “International Convention against the Recruitment, Use, Financing and Training of Mercenaries, 4 December 1989.”Recuperado de: https://ihl databases.icrc.org/applic/ihl/ihl.nsf/States.xsp?xp_viewStates=XPages_NORMStatesParties&xp_treatySelected=530#topTable
