Sin duda alguna, la violencia, sea cual sea su procedencia es contraproducente; desde el tamiz de la diplomacia, la guerra es también un mecanismo para dirimir las controversias políticas, cuando precisamente la diplomacia se agota, lo que permite apreciar que entre los estado nación, como actores privilegiados del sistema internacional no hay enemigos, sino adversarios e intereses circunstanciales.
Referirme al conflicto que nos convoca, no podía hacerse en las primeras de cambio, debido a que, conociendo las dinámicas de la guerra de quinta generación[1], tan solo podían apreciarse las naciones fuertes y naciones débiles[2] beligerantes, y he aquí donde se rompe uno de los primeros paradigmas, tras tempestuosas revoluciones en Ucrania (entre 2010 y 2014) finalmente triunfan las fuerzas de oposición al gobierno de turno, lo que atiza el asedio desde 2014 al presente, sobre todo en la región de Donbás (Donetsk y Lugansk), algo desconocido, tan desconocido como su referéndum, cuyos ciudadanos tras elecciones, con más del 90% gana la opción de independencia[3], lo que daba lugar a las separaciones de Ucrania como era conocida hasta entonces.
La verdad desde un principio fue herida de muerte, ya que para los medios de comunicación occidentales, esto no sucedió en Ucrania en 2014, por tanto, la operación militar especial emprendida por Rusia, no iba en defensa de la autodeterminación de la región de Donbás, bajo asedio militar de Ucrania desconociendo el referéndum, refrendando incluso en los Acuerdos de Minsk[4] (capital de Belarús) en 2015, sino que deliberadamente y con alevosía presentan el territorio de una Ucrania que no corresponde para la actualidad.
En virtud de lo anterior, no es complejo precisar que realmente la confrontación es entre los EEUU, secundada por la Unión Europea (hasta los momentos llevando la peor parte, no en polemológico[5], sino desde los commodities) y la Federación de Rusia; para los EEUU el conflicto es de origen macroeconómico, pero para Rusia es geoestratégico, esto debido a que, luego de las primera presiones en materia económica, EEUU logró comenzar a reemplazar a Rusia como proveedor de gas en Europa[6], asimismo, Rusia logró que Ucrania desista de anexarse a la OTAN, lo que anula el afán geoestratégico de la EEUU; esto por los momentos.
Finalmente, hay que destacar, contra todo pronóstico, la visita de la administración Biden a Miraflores en marzo y la decisión del presidente Putin del exigir la cancelación de los contratos de gas que exporta, en Rublos, pues un nuevo orden financiero se avizora, hechos contra los que EEUU no puede aplicar coerción, por ser recursos (gas y petróleo) que están bajo control soberano, lo que ha significado para Venezuela su más reciente apreciación de crecimiento económico, ya no del 1%, sino del 20%[7] en 2022 y 2023.
[1] Conflictos híbridos donde el primer objetivo es la alienación mediática de la sociedad en contexto, que permita incluso, ante la crueldad del verdadero agresor, esta parezca justificada, pero la primera víctima es la verdad.
[2] Teoría clásica de las relaciones internacionales, que deriva su interpretación desde la guerra de Peleponeso.
[3] Deitb. Eus (2014) “El 90% vota a favor de la independencia en Donetsk y Lugansk”. Recuperado de: https://www.eitb.eus/es/noticias/internacional/detalle/2232474/referendum-en-donetsk-y-lugansk–la-independencia-a-votacion/
[4] EOM (2022) “¿Qué son los acuerdos de Minsk para la paz ucraniana?”. Recuperado de: https://elordenmundial.com/que-son-los-acuerdos-de-minsk-para-la-paz-ucraniana/
[5] De la polemología, ciencia que estudia la Guerra.
[6] CNBS (2022) “EU strikes gas deal with the U.S. as it seeks to cut its reliance on Russia”. Recuperado de: https://www.cnbc.com/2022/03/25/eu-strikes-gas-deal-with-the-us-as-it-seeks-to-cut-its-reliance-on-russia.html
[7] Bloomberg (2022) “Venezuelan Economy to Grow 20% This Year, Credit Suisse Says”. Recuperado de: https://www.bloomberg.com/news/articles/2022-04-06/venezuela-s-economy-may-expand-20-in-2022-credit-suisse-says
