Para todos es bien sabido, que con la llegada de Gustavo Petro Urrego a la presidencia de Colombia el pasado 19 de junio, se rompieron 74 años de conservadurismo radical en la nación colombiana, donde entre otras cosas como denominador común se distingue, su estrecha y predilecta relación política con los EEUU de América, de tal relevancia, que para mayo de este año, el gobierno Duque, gobierno saliente, de la manera más sonora “celebró” sus 200 años de relación política ininterrumpida con la nación norteamericana.
Pues ahora, qué sucede; en virtud de la rigurosidad metódica dialéctica del estilo investigativo del suscrito, es menester precisar, que en la anunciada reunión de negociación clave tanto para Colombia, como EEUU de este jueves 21 de julio, hasta ahora se han reconocido por ambas delegaciones cinco puntos a tratar, pero fiel a la postura sobre el materialismo histórico, a que apela el suscrito, al ceñirnos al historicismo reciente de esta nación andina objeto de estudio, es develar otros intríngulis de esta reunión, que redundan en el título de este nuevo artículo.
Dicho lo anterior, medios colombianos, en la última semana se han afanado a precisar y analizar según una batería de investigadores en las materias, sobre los cinco puntos anunciados, partiendo de: el tratado del libre comercio (el 12 de mayo cumplió sus primeros 10 años con balanza comercial favorable a EEUU); la extradición de colombianos; la lucha contra las drogas; la implementación del acuerdo de paz (firmado entre el gobierno de Santos en 2016 con la FARC) y el cambio climático[1].
En concordancia con el propósito de este nuevo artículo, dejaré de último el punto donde, desde mi perspectiva como analista, será el de mayor dificultad a negociar por las partes, donde entre ellas surge el primer dato curioso en relación a Venezuela, que en la comisión especial enviada por Biden a Colombia viene el asesor especial de la Casa Blanca para América Latina, Juan González, colombiano de nacimiento, con naturalización estadounidense, quien además de su dilatada trayectoria en la diplomacia estadounidense, forma también parte de la comisión que se reunión con el gobierno venezolano de Nicolás Maduro, tanto en marzo y junio de este año: algo que no debe perderse de vista.
Por tanto, iniciaré con el punto 2 o la extradición de los colombianos, se trata que es menester para Petro honrar su promesa electoral, sobre que los colombianos tienen derecho a conocer la verdad de parte de los victimarios, y que estos paguen sus crímenes primero en Colombia; el tercer punto o la lucha contra las drogas. He aquí otro elemento de controversia que está relacionado para el gobierno Petro con el cambio climático y el impacto ambiental, ya que la postura de EEUU, es que se siga utilizando la irrigación del glifosato, pero Petro se rehúsa debido al impacto en las aguas, y aquí está otro elemento del interés para la economía agrícola venezolana, el hecho que se retome el glifosato impactaría en las aguas venezolanas, ya que Venezuela es un país aguas abajo de Colombia, lo que afectaría nuestro cultivos en mediano plazo, aparte que no hay tratado ambiental entre ambas naciones.
Con base a la implementación del acuerdo de paz, es un punto donde no habría ninguna controversia, ya que es una exigencia incluso del congreso estadounidense. Por tanto, de último nos queda el punto neurálgico de dicha reunión de negociación, que refiere sobre el tratado de libre comercio entre ambas naciones o TLC, desde 2012, punto sobre el cual Petro buscaría su reconfiguración para beneficio de agricultores y manufactura, factores donde EEUU tiene ventaja, en consecuencia, es donde surge un elemento clave para seguridad en Colombia, que subyace a lo anterior, que es el apoyo militar de EEUU y ahora la categoría a Colombia de Aliado Principal de EEUU no OTAN, pues sí Petro pretenden controvertir para su beneficio, EEUU pudiera chantajearlo con eliminar el apoyo militar clave, y aún más para 2023, año en que se anula definitivamente el vetusto sistema aéreo colombiano, y demás concesiones.
Finalmente, en el caso que Petroquímica de Venezuela o PEQUIVEN no tiene “sanciones” a cuesta desde EEUU, para Petro será vital retomar el suministro de insumos para fertilizantes a ser procesados en Monómeros (Barranquilla), y contar con el aval estadounidense.
MSc. Víctor Vegas Sánchez
Internacionalista
[1] El Colombiano (2022) “Las cinco reformas que Petro le va a poner sobre la mesa a EE.UU.”. Diario nacional. Recuperado de: https://www.elcolombiano.com/colombia/politica/reunion-de-gustavo-petro-con-delegados-del-gobierno-de-estados-unidos-del-presidente-joe-biden-HB18083664
